Los Placeres de la Soledad
Los placeres de la soledad: Reseña
Por Adriana V. Rivera Pérez
¿Cuál es el secreto para llegar a la felicidad? Luis Andrés Vázquez Fernández, autor de "Amor en tiempos de pandemia" y "Amor en tiempos de guerra" nos ha hecho el llamado de centrar nuestra energía hacia la búsqueda del disfrute de los pequeños detalles de la vida y transformar cómo vemos el mundo estando en una etapa de soledad. El autor le resta la negatividad a la palabra que conlleva el idealizarse al encontrarse solo, sin compañía o fuera de una relación romántica. En esta compilación de 52 poemas el autor celebra el proceso humano de cuidar y reconstruir la composición corporal y mental.
Al leer, nosotros los lectores nos convertimos en páginas de un diario. Seguimos una historia de crecimiento personal con cada poema. Vemos cómo el autor se da la oportunidad de conocer nuevos pasatiempos, encontrar placer y satisfacción en el trabajo y establecer una relación interpersonal más saludable. Casi como afirmaciones, vemos su diálogo consigo mismo convertirse en uno paciente, apreciativo y atento a sus necesidades en diferentes escenarios. Un proceso que podemos adoptar en nuestra rutina diaria.
Es refrescante poder leer este tipo de contenido, producto de una figura masculina. La forma en la cual se presentan los poemas no tiene género ni edad. Se trata de disfrutar estar vivo y de estar dispuesto a vivir. Si estas pasando por una etapa similar o deseas una noche de relajación, reflexión y buen entretenimiento, recomiendo "Los placeres de la soledad". Nuevamente, culmino con unos de mis poemas favoritos:
Agradecimiento
Quejas que te prohíben la fortuna.
Te arruinan tu circunstancia,
con maldiciones que miles de mundos te dan,
por tu ceguera a lo que te rodea.
Agradecimiento te cambia tu enfoque,
y descubrir tu deleite.
No tendrás tiempo de quejarte,
porque estarás distraído por las bendiciones,
que el universo te ha regalado en tu presente.
El Universo solo regala a los agradecidos,
porque ellos saben cómo recibir un regalo,
a diferencia de los quejones,
que ellos rechazan los regalos.
porque ellos no pueden ser recibidos
por las bendiciones del Universo.
Agradece, aunque seas rechazado por los cosmos,
porque eres parte de la creación. [...]
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